Durante mis primeros años como fotógrafo de bodas hablaba mucho sobre lo que me gustaba mi trabajo y por poder hacer lo que realmente amo y ahora que mi trabajo lo comparto con los novios lo disfruto mucho mas, el ejemplo ha sido la Preboda y la boda de Ana y Óscar.
Ana y Óscar resultaron ser no sólo encantadores desde el primer momento, sino además dos grandes seres humanos que tuve la suerte de conocer gracias a esta profesión. Su boda superó mis expectativas, por la naturalidad en todo lo que sucedía, la sencillez, el amor y respeto que se tenían el uno hacia el otro, por el trato de sus familiares y amigos y la confianza que depositaron en mi para documentar su gran día.
La boda civil se celebro en el Palacio de Saldañuela de Burgos en un día de verano del mes de Septiembre, uno de esos días prefectos para una boda al aire libre en Burgos y que se alargo hasta la noche.
Todos, tanto los invitados, familiares como los novios, lo disfrutaron, desde el primer hasta ultimo minuto, en un entorno perfecto. Como dicen los novios, sin duda alguna..."el mejor día de nuestra vida".
Aquí os dejo un resumen de la esencia de una boda, besos, lagrimas y amigos.
Como fotógrafos de bodas en Burgos muchas gracias a Ana y Óscar, ahora dos buenos amigos.